Si eres un aficionado del fitness, seguramente te hayas encontrado con el uso de bandas elásticas y poleas en tus entrenamientos. A menudo se utilizan en ejercicios monoarticulares, es decir, aquellos que trabajan un solo músculo, un grupo muscular o articulación específica. Aunque estos ejercicios pueden ser efectivos en ciertos contextos, es importante no abusar de ellos y tener en cuenta su rol en tus resultados.
En lugar de centrarte exclusivamente en ejercicios monoarticulares con bandas elásticas o poleas, es recomendable que intentes progresar con ejercicios multiarticulares. Estos ejercicios son ideales para generar mayor tensión mecánica y daño muscular, ambos factores importantes para inducir adaptaciones musculares y mejorar tu estado de fitness en general. Además, los ejercicios multiarticulares también demandan más energía y promueven un mayor estrés cardiovascular, lo que los convierte en una opción excelente para quienes buscan mejorar su forma física en general.
A pesar de esto, las bandas y poleas pueden tener un rol importante para la activación regional de los glúteos e inducir estrés metabólico, también relacionado con adaptaciones musculares. Es por eso que recomendamos incluirlos en el calentamiento o al final de la sesión, siempre siendo conscientes de que no deben ocupar el mayor volumen de trabajo de la misma. Incorporar algunos ejercicios monoarticulares con bandas elásticas o poleas de manera inteligente y estratégica puede complementar tu entrenamiento, pero no debe ser la base de tu programa.
En resumen, si bien las bandas elásticas y poleas pueden ser útiles en ciertos contextos, es importante no abusar de los ejercicios monoarticulares que las involucran. En su lugar, centra tu atención en ejercicios multiarticulares que generen mayor tensión mecánica y daño muscular. Utiliza las bandas y poleas de manera inteligente y estratégica para complementar tu entrenamiento, pero recuerda que no deben ocupar la mayor parte de tu programa